martes, 27 de mayo de 2008

Sydney Pollack, uno de los grandes de Hollywood



El director estadounidense Sydney Pollack, ganador de dos premios de la academia por la película Africa mía, con la inolvidable banda sonora de John Barry, murió en su casa de Los Ángeles, a la edad de 73 años víctima de un cáncer que se le diagnóstico hace diez meses. Pollack se consagró en el cine con la película Baile de ilusiones (1969), protagonizada por Jane Fonda y Michael Sarrazin, en la cual una pareja que acaba de conocerse participa en una maratón de baile para matar el hambre y la desesperanza. Ambientada en los años de la Gran Depresión, Pollack atinó con un descarnado estudio de la miseria y la cálida intimidad que logró de sus protagonistas. El filme tuvo nueve nominaciones al Oscar, obteniendo Gig Young el premio al Mejor Actor de Reparto. Película emblemática de una época (los años 60) situa a Pollack entre los grandes del cine.

Baile de ilusiones, la película que lo consagró

Pollack se inició en el cine como actor y a comienzos de los años 60 conoció a John Frankenheimer y Burt Lancaster, quienes lo lanzaron como director para la televisión. En este formato dirigió varios episodios de las series Los Defensores, El fugitivo, y La hora de Alfred Hitchcock. Su primer título como director de cine fue La vida vale más (1965) con Sidney Poitier y Anne Bancroft.

Con Robertt Redford realizó gran parte de sus mejores obras como Propiedad Condenada (1966) junto a Natalie Wood y Charles Bronson; Las aventuras de Jeremiah Johnson (1970), western basado en una novela de Vardis Fisher; Nuestros años Felices (1973), drama romántico con Barbara Streissand; Los tres días del Cóndor (1975) thriller político con Faye Dunaway, El jinete electrico (1979), Africa Mía (1985) junto a Meryl Streep por la que ganó dos Oscar a la Mejor Película y Mejor Director); y Habana (1990) con Lena Olin.

Pollack y sus dos Oscar por Africa mía (1985)

También dirigió a Burt Lancaster en Camino de venganza (1968) con Shelley Winters y Telly Savalas; y La Fortaleza (1969); a Robert Mitchum en Operación Yakuza (1974); a Al Pacino en Un instante una Vida (1977), a Paul Newman en Ausencia de Malicia (1979); a Dustin Hoffman y Jessica Lange en Tootsie (1982) película por la que recibió 10 nominaciones al Oscar, llevándose sólo Jessica Lange el de Mejor Actriz de Reparto. En los años 90 dirigió a Harrison Ford en Sabrina (1995) y Caprichos del destino (1999). Su última película fue La Intérprete (2005) con Nicole Kidman y Sean Penn.

Con Dustin Hoffman en Tootsie (1982)

Como actor intervino en los últimos años en varias producciones desde la propia Tootsie, a Maridos y Mujeres (1992) de Woody Allen; Ojos bien cerrados (1999) de Stanley Kubrick, y el rol que se dio como jefe de inteligencia en La intérprete. En los últimos años centró su trabajo en la tarea de productor ejecutivo de importantes películas como El americano impasible (2002), El talentoso señor Ripley (1999) y Sensatez y Sentimientos (1995).


Con Paul Newman en la filmación de Ausencia de Malicia (1981)

sábado, 24 de mayo de 2008

Arthur Schnitzler, el "otro yo" de Freud

Muestran en Londres cartas y relatos inéditos del inquietante autor austriaco


Ciar Byrne


Sus obras de teatro inspiraron películas como Ojos bien cerrados, de Stanley Kubrick; La habitación azul, de David Hare, y Dalliance (Coqueteo), de Tom Stoppard, pero fuera de Austria y Alemania el nombre de Arthur Schnitzler no se reconoce de inmediato. Ahora, sin embargo, más de 75 años después de su fallecimiento, se exhiben por primera vez las cartas inéditas y los manuscritos del dramaturgo judío, en el King’s Collage de Londres.

La exhibición, que abrió el pasado martes y durará hasta el 26 de julio, está formada por material obtenido de un vasto archivo que se salvó de ser destruido por los nazis luego de la muerte del dramaturgo, en 1931. Su esposa, Olga, de quien se había separado, pidió a un estudiante de Cambridge que tomaba un curso en Viena, ciudad natal del escritor, que hiciera arreglos para enviar los documentos a la universidad inglesa.

Vocación por las letras

En vida, Schnitzler alcanzó renombre por la franqueza sexual de su escritura, que llevó a sus amigos a describirlo en broma como “pornógrafo”. Para Adolf Hitler, la obra del dramaturgo era un ejemplo de “basura judía”.

El escritor comenzó a visitar prostitutas a la edad de 16 años y era un notorio mujeriego que durante años llevó la cuenta de los orgasmos que lograba. Sin embargo, también cobró fama por sus abiertos ataques al antisemitismo; el archivo de Cambridge contiene correspondencia enviada por el fundador del sionismo, Theodor Herzl, quien instaba a Schnitzler a trasladarse a Palestina y volverse “el dramaturgo más grande del Estado judío”.

El curador de la exhibición, Lorenzo Belletini, comentó: “Es muy conocido en su patria, pero, de manera indirecta, se han producido muchas obras en inglés basadas en él. Lo que se propone la exhibición es ofrecer una vista general de su legado literario completo, que nunca se ha mostrado”.

Desde principios del siglo XX, las obras de Schnitzler se han adaptado a la pantalla. Su obra Liebelei (Coqueteo), de 1895, fue adaptada por Tom Stoppard con el título de Dalliance en 1986. Luego, Stanley Kubrick transformó la novela breve Traumnovelle (Historia de ensueño) en su última película, en la que Nicole Kidman y Tom Cruise, en ese tiempo pareja en la vida real, interpretan a un matrimonio de Nueva York que se separa a causa de los celos.

Antes de eso, la adaptación más conocida de una obra de Schnitzler a la pantalla fue La Ronda, de Max Ophüls, basada en la obra teatral Reigen, de 1897, que se refiere a una cadena de encuentros sexuales contra el trasfondo de una epidemia de sífilis en la decadente sociedad vienesa. Cuando se estrenó en público, en 1921, la policía cerró el teatro y, luego de un proceso por obscenidad que duró seis días, el autor decidió que no volviera a montarse.

Nacido en Viena en 1862, hijo de un prominente laringólogo, Schnitzler estudió medicina para complacer a su padre, pero pronto se volvió hacia su verdadera pasión, la escritura. Hacia 1900 estaba firmemente establecido como uno de los escritores del grupo de vanguardia conocido como Jung Wien (joven Viena).

Si bien el dramaturgo nunca conoció en persona a Sigmund Freud, el sicólogo vienés describió a Schnitzler como su doppelgänger (su otro yo fantasma), y es famosa la carta que le envió, en la que expresa: “He tenido la impresión de que usted aprendió por intuición –aunque en realidad fue por introspección sensitiva– todo lo que yo he tenido que desenterrar mediante una labor agotadora en otras personas”.

martes, 20 de mayo de 2008

Centenario de un mito entrañable de Hollywood

Hoy se cumplen cien años del nacimiento de James Stewart, emblema del cine clásico y de las películas de Hitchcock y Frank Capra


James Stewart, emblema de la época dorada de Hollywood, cumpliría hoy cien años. Ícono del cine clásico y de las obras de Frank Capra (Qué bello es vivir) y Hitchcock, con quien interpretó varias de sus obras maestras (Vértigo, La ventana indiscreta), supo sacar adelante roles complejos con clase y elegancia.

Pocos tuvieron su estilo refinado y se le cita en cualquiera de las listas de los mejores actores del celuloide, algo siempre sujeto al terreno de la subjetividad. Y es porque James Stewart gozó de una de las carreras más brillantes que se recuerdan. De la comedia romántica al western, del drama al 'thriller' más apasionante, no hubo género que se le resistiera y en el que encajase como un guante a lo largo de seis décadas en la profesión.


Pieza indispensable en las trayectorias de directores como Alfred Hitchcock (La soga, El hombre equivocado), Frank Capra, John Ford o Anthony Mann, 'Jimmy', como se le conocía en EE.UU., brilló en El bazar de las sorpresas (1940), de Ernst Lubitsch; Historias de Filadelfia (1940), de George Cukor, y Anatomía de un asesinato (1959), de Otto Preminger. Tres piezas luminosas del cine en blanco y negro. Por la segunda incluso la Academia le concedió el Oscar al mejor actor, gracias al papel de Macaulay Connor, el dicharachero escritor que se enamora de Tracy Lord, personaje interpretado por una irresistible Katharine Hepburn.

Para entonces ya había sido candidato al Oscar por Caballero sin espada (1939), de Capra, y años después volvería a repetir candidatura por la inolvidable ¡Qué bello es vivir! (1946), uno de los máximos logros de Capra; por El invisible Harvey (1950), de Henry Koster, y por el filme de Preminger.

"La película en sí misma no tiene nada de excepcional", escribió una vez el actor sobre '¡Qué bello es vivir!', que él mismo consideró su cinta preferida de entre las más de 80 que rodó. "Es simplemente sobre un tipo ordinario que descubre que vivir cada día de forma honorable, con fe en Dios y preocupándose por los demás, puede ser una vida maravillosa".

De joven, pasó de los teatros de Broadway a ser un terrible seductor y 'playboy' junto a su amigo Henry Fonda tras llegar a la meca del cine a finales de la década de 1930. Pero poco después decidió alistarse en el Ejército y se convirtió en el primer gran actor en vestir un uniforme militar durante la II Guerra Mundial.

Su participación en ella le alejó durante cuatro años de los platós. Alcanzó el grado de Brigadier General en la fuerza aérea de EE.UU. y fue condecorado con la Medalla del Servicio del Aire, la Cruz de Vuelo Distinguido y la Cruz de Guerra francesa, entre otras.

La fogosidad con la que llegó a Hollywood se diluyó tras regresar del conflicto y conocer a Gloria, ex modelo con la que contrajo matrimonio a los 41 años y de quien no se separó hasta la muerte de ésta, a causa de un cáncer de pulmón, en 1994.

En lo que nunca cesó fue en su activismo político. De sobra conocido fue su manifiesto apoyo al movimiento anticomunista de Hollywood a finales de la década de 1940, así como su respaldo a los presidentes estadounidenses Richard Nixon y Ronald Reagan.

Vértigo (1958), la obra maestra de Hitchcock

Con todo conseguido en su vida, recibió en 1985 el Oscar honorífico. Murió el 2 de julio de 1997, un día después del fallecimiento de otro ilustre de Hollywood, Robert Mitchum. "EE.UU. ha perdido hoy un tesoro nacional", dijo entonces el presidente del país, Bill Clinton.

A cien años de su nacimiento, el 20 de mayo de 1908 en Indiana (Pensilvania), y a once de su deceso, el cine recuerda a Stewart como el actor que supo plasmar a la perfección al tipo medio estadounidense y que recordó al espectador que cada vida, por mundana que pueda parecer, es única.

jueves, 15 de mayo de 2008

Frank Sinatra

My Way


New York, New York


I've Got You Ubder My Skin

martes, 13 de mayo de 2008

Frank Sinatra, la voz del maestro


José Luis Arredondo

Este 15 de mayo se cumple una década de la muerte de Frank Sinatra, para mi el mejor cantante de música popular del siglo XX, sobre su vida datos hay por miles en la red de modo que aquí solo quiero comentar el cómo y porqué me transformé en sinatriano hace ya varios años.
Un amigo de mis Padres era fanático de Sinatra y cada vez que íbamos a su casa yo, en ese entonces de 14 o 15 años, veía la cantidad de discos que tenía de el y de como los escuchaba casi con religiosa atención, sin proponérmelo empecé a poner atención en sus canciones y este amigo atento a mi curiosidad empezó a guiar de alguna forma este paulatino interés musical. Así fue como casi imperceptiblemente empecé a ponderar todo lo singular y excepcional de su voz, su fraseo irrepetible, esta forma nueva para la época de presentar su canto, con un natural histrionismo y una forma de decir la canción como si nos narrara solo a nosotros una historia acontecida a el, una cadencia un poco arrogante siempre, con una seguridad y prestancia que revestían de algo teatral su entrega, sentía que convertía una canción en un hecho más significativo que solo cantar: convertía la canción en un mini drama o comedia que actuaba frente a su público.
Estaba revestido de un aura especial, concitaba nuestra atención de manera absoluta, he sentido que su timbre vocal es el mas hermoso con el que ha estado dotado un cantante, creo que fue un animal de música, no lo veo en otro oficio, sin él, la historia musical del siglo XX habría sido más pobre.
Marcó todo el siglo con su arte, señaló caminos, enseñó cómo se cantan las baladas de amor con extraños en la noche, cómo se interpreta una canción desde el fondo de la tristeza con hojas de otoño, cómo se cuenta una historia de esfuerzo y soledad con old man river, en fin, dio cátedra con cada interpretación. Es un modelo a seguir, en ese sentido, es un clásico en rigor total, no hay buen interprete hoy que no le deba algo al estilo Sinatra, todos para ser buenos de verdad tienen que que observar su arte, así como los pintores estudian los maestros del renacimiento o del barroco, los cantantes tienen en empaparse de Sinatra para luego buscar un camino sin perder el rumbo.
Lo veo hoy como una brújula, un faro que nos señala rumbo para no perdernos en la mediocridad de baladistas del tercera que no se diferencian en nada unos de otros, quién puede decir hoy que es un artista de la singularidad y estatura musical de Sinatra, ninguno.
Nos legó una manera de cantar, la correcta.
Una manera de enfrentar el arte, con singularidad y aplomo.
Larga vida al maestro.

Enlace a página de José Luis Arredondo

Robert Rauschenberg, el padre del Pop Art


Robert Rauschenberg, pionero del "pop art" y cuyos talentos abarcaron los mundos de la pintura, la escultura y la danza y que es considerado una de las figuras artísticas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, murió ayer lunes en Tampa (Florida) a los 82 años.

Rauschenberg, que saltó a la fama en los años 50, no acaparó la fama mundial como lo hicieron sus seguidores, sino que fue un incomprendido hasta la llegada del "pop-art", un movimiento que reconoció su obra y que le atribuyó la paternidad del nuevo estilo, donde Andy Warhol con latas de sopa Campbell's y Roy Lichtenstein con sus libros de comic fueron dos de sus principales representantes.

El ciclo de su obra más célebre es el que se encuadra bajo las "Combine Paintings", un período que surge con la incorporación de objetos reales a sus creaciones y representan el interés del artista por trabajar en todas direcciones, persiguiendo la idea de la tridimensionalidad. Fue uno de los artistas más influyentes que surgieron contra el expresionismo abstracto, y aunque declaró no haber llegado a entender lo que es el dadaismo, de Marcel Duchamp -padre de este movimiento y figura clave del siglo XX-, aprendió a elevar a la categoría de arte cualquier objeto de la vida cotidiana. En su obra incorporó aspectos de la pintura y la escultura, y finalmente incluyó objetos como una cabra disecada y señales de tránsito. Su influencia sobre Andy Warhol fue decisiva.



Su trayectoria artística ilustra la evolución que se produce en las décadas centrales del siglo XX desde el expresionismo abstracto dominante hacia las nuevas formas del Pop Art, cuyo punto de partida fue la toma de conciencia de la modernización tecnológica y de sus consecuencias culturales.

En 1964, un año después de pintar Express, obra que refleja sus más importantes innovaciones y técnicas, Rauschenberg se convirtió en el primer artista norteamericano en obtener el primer Premio de Pintura de la Bienal de Venecia, contribuyendo así de manera decisiva a que el "pop art" se diera a conocer internacionalmente.

Considerado una de la figuras claves de la vanguardia de los años 50 y 60, Rauschenberg fue "descubierto" popr el mítico galerista neoyorquino Leo Castelli.

Obras de Rauschenberg en una galería neoyorquina



domingo, 4 de mayo de 2008

La más bella asediada en un escandalillo


Desde que Megan Fox fue designada como la mujer más sexy del mundo por la revista FHM los medios estadounidenses no han cesado en su empeño de buscarle el lado oscuro a una chica aparentemente perfecta. Los esfuerzos no han sido en vano y dieron con un escandalillo menor que muestra ese lado humano y cleptómano de algunas jóvenes.

Hurgando en su pasado, la prensa encontró una prohibición que pesa sobre Megan y que le impide entrar en las tiendas Wal-Mart de Florida. Según informaciones de 'Contactmusic. com', la joven actriz de 21 años no puede pisar el establecimiento por haber intentado robar un lápiz de labios de siete dólares durante su adolescencia, hecho por el que fue cazada en las instalaciones y que habría confesado llorando a los guardias de seguridad.

Un amigo de la estrella emergente señaló que "Megan tuvo una adolescencia bastante rebelde". "Pensaba que podía llevarse de todo, y tenía los 'dedos largos'", reveló a la prensa, no solamente en relación al incidente del pintalabios sino a su particular afición a llevarse sin pagar golosinas y chicles, siguiendo los pasos de Winona Rider, aunque esta última tiene preferencia por las prendas de Gucci o Versace.

En el entorno de Megan Fox, actriz que saltó a la fama con Transformers, no confirman ni desmienten estas afirmaciones. Saben bien que desplazar a Angelina Jolie, Kylie Minogue o Jessica Alba del título de la más bella del planeta tiene también sus lastres, y los rumores son quizás el más pesado de ellos.


Megan Fox en "Transformers"