viernes, 21 de diciembre de 2007

Pintores la llevan en la Plaza

Luego de jornadas de fuerte tensión en las inmediciones de la Plaza de Armas, parece arribar una tregua navideña que normalizará desde la vía jurídica el trabajo que los artistas públicos realizan tradicionalmente en los espacios que pertenecen a todos los chilenos. Cerca de 40 mil firmas de apoyo reunieron en estos días y una gran adhesión por la violenta acción del Municipio frente al cuadro El huaso y la lavandera.
Un proyecto de Ley que legisla a favor de los artistas callejeros fue dado a conocer esta semana por el senador Alejandro Navarro, quien ha tomado el toro por las astas junto a la ex-intendenta de Santiago Ximena Rincón, para evitar que el conflicto que mantienen los pintores con el edil Raúl Alcaíno adquiera ribetes más dramáticos.
La propuesta de Navarro pretende legislar las actividades de aquellos que se dedican a la danza, la plástica, el teatro o la música en los espacios públicos de tal manera que su acceso sea transparente y que existan mecanismos legales que así como generan obligaciones también contemplen mecanismos de protección a su labor.
Los artistas no pueden ser tratados como cualquier comerciante que compra y vende sus mercancías, por mucho respeto y aprecio que se tenga con quienes también desarrollan actividades emprendedoras que a veces demandan sacrificios y esfuerzos. La diferencia es que frente a los artistas debe existir un trato de respeto pues con su arte se configura la identidad de los pueblos, el espejo en el cual podemos vernos para saber qué y quienes somos.
La generación del conflicto nace porque este país ha perdido los horizontes con tanta tv huachaca, tanto reality a celebridades que terminan en la cárcel, o tanto titular basura preocupado más de si la Bolocco se puso o no desodorante, en vez de hablar de temas que pueden realzar el espíritu.
Felicitamos desde aquí a los artistas que se la juegan y luchan por hacer de su merecido espacio un pequeño oasis de auténtico esfuerzo creativo.

martes, 4 de diciembre de 2007

Destruido cuadro de los artistas de la Plaza


Otra vez se atenta contra el Arte

En un hecho que solo tiene precedentes en la violencia de los años de la dictadura fue destruido en la madrugada del viernes el cuadro de los artistas de la Plaza de Armas dado a conocer en este blog. La obra era creación colectiva de los artistas que diariamente crean y exponen sus trabajos en los lienzos de la Plaza de Armas y se basaba en uno de los clásicos de la pintura chilena realizados por Mauricio Rugendas El huaso y la lavandera. Rugendas (1802-1858) nació y murió en Alemania pero tuvo una gran importancia en los albores del arte nacional durante su larga y fructífera estadía en el país.

Los artistas de la plaza de Armas realizaron la obra en una gigantografía de 6 x 8 metros y su objetivo era donarlo a la Fundación Teletón en su 29ª edición. Sin embargo, debido a los problemas que han enfrentado con el Alcalde Raúl Alcaíno por el tema de las patentes municipales, el edil ordenó la destrucción de la obra que se llevó a cabo con garrotes y sierras eléctricas en uno de los actos más imperdonables, repudiables y absurdos de los últimos años.
El hecho ha despertado la solidaridad de los transeuntes quienes comenzaron a firmar un libro de adhesiones y de repudio a la acción de Alcaíno. Al mismo tiempo, los artistas presentaron una demanda al Alcalde en los Tribunales de Justicia por esta afrenta a la obra artística que averguenza a todo el país. En estas acciones están siendo apoyados por Ximena Rincón, ex Intendenta de la Región Metropolitana.
Todo esto, no logró amedrantar el espíritu de apoyo a la Teletón que manifestaron los artistas. En conjunto, lograron reunir cerca de un millón 200 mil pesos que se depositaron el sábado en medio de la jornada. Lamentan que el cuadro haya sido destruido porque eso les habría permitido salir en pantalla haciendo la donación de la obra y el depósito. Quizá es fue la razón que llevó a Alcaíno a destruir la obra pues con ello habría quedado al descubierto el conflicto que ha deteriorado profundamente su imagen. Peor para él: intentó apagar el incendio con bencina.