jueves, 4 de junio de 2009

David Carradine: la muerte de Kung Fu


Con la serie Kung-Fu alcanzó la fama a principios de los 70, en el apogeo de la televisión en blanco y negro; hace unos años volvió a la pantalla grande de la mano de Quentin Tarantino para la singular serie Kill Bill. Como sacado de esta última película, David Carradine fue encontrado en el hotel de Bangkok donde se hospedaba, en Tailandia, donde filmaba una película, con una soga al cuello. Tenía 72 años.

No se sabe si se trata de un suicidio o de un terrible accidente. Pero a la larga estos datos no importan. David Carradine está muerto. Y nos quedan sus formidables imágenes de la serie de televisión que sin duda dió el caracter masivo a las artes marciales. Ayer, curiosamente, y a propósito de la hiperinflación de la República de Weimar, recordaba El huevo de la serpiente la película que Ingmar Bergman filmó en Alemania, en 1977, cuando debió salir de Suecia al verse perseguido por un tema de impuestos. En esa película que mostraba la Alemania pre-Hitler, Carradine tuvo un memorable rol junto a Liv Ullman, por entonces la pareja del cineasta sueco.

David Carradine provenía de una de las familias más respetadas de Hollywood. Su padre, John Carradine, protagonista de La Diligencia de John Ford y Las uvas de la ira trabajó incansablemente durante 60 años. Sus hermanos Bruce, Keith y Robert deben tener un centenar de películas. Pero el más prolífico fue David, que deja a sus espaldas más de 130 filmes, entre ellos los de la moderna banda de asesinos de Kill Bill de Quentin Tarantino.

Nacido en 1936, estudió teoría musical y composición aunque quería seguir los caminos de su padre y así fue como interpretó varias obras de Shakespeare hasta llegar a Broadway y encontrar un espacio en la televisión en series como El Virginiano o La hora de Alfred Hitchcock.

En 1972 lo descubrió Martin Scorsese, quien lo llamó para Boxcar Bertha y Calles Peligrosas. Eso bastó para ser escogido protagonista de la serie Kung Fu. El rol había sido entregado inicialmente a Bruce Lee, pero los ejecutivos de la TV de la época lo encontraron demasiado asiático. Así fue como Carradine durante 3 años y 46 episodios, dio vida al pequeño saltamontes que huía de los matones chinos por todos los Estados Unidos mientras hacía el bien y resolvía toda clase de entuertos.

Con la partida de David Carradine sin duda muchos sentimos que se nos arranca también una parte de nuestras vidas.

1 comentario:

Carmen Troncoso Baeza dijo...

La actuacion de Carradine en la serie Kung Fu era tan atractiva por que nos mostraba lo oriental enfrentado al mundo occidental, tambien un pequeño atisbo del manejo de la meditacion, cosa que no era muy popular en esa epoca.