viernes, 18 de enero de 2008

BOBBY FISCHER, ÍDOLO Y MAESTRO

El genial Bobby Fischer, primer y único campeón mundial de ajedrez estadounidense y quien alguna vez fue apodado el "Mozart" de la disciplina, murió en la misma ciudad que lo hizo coronarse campeón del mundo, Reikiavik, Islandia, y a los 64 años, el mismo número de casillas que tiene el tablero de ajedrez...
Fischer, quien fuera un niño prodigio y campeón en todas las edades, saltó a la fama mundial en 1972 cuando se convirtió en el campeón del mundo al derrotar al soviético Boris Spassky en Reikiavik, Islandia, en plena Guerra Fría, destruyendo con ello la total supremacía soviética en el deporte ciencia y convirtiéndose en el ajedrecista más carismático y singular de todos los tiempos.
El brillante y excéntrico monarca abandonó su título sin mover un peón, al no cumplir con un plazo para defender su corona en Manila, en 1975, por negarse a aparecer aceptando el gobierno de Ferdinando Marcos. Las autoridades mundiales del ajedrez se lo otorgaron a su rival, el soviético Anatoly Karpov, quien lo retuvo durante la siguiente década.
Durante veinte años, Fischer se volvió retraído, sin jugar en público y viviendo de poco más que la magia de su nombre, aunque millones de entusiastas lo consideraban el rey del ajedrez por su estilo siempre sorpresivo, audaz, nada convencional y generador de numerosos discípulos incluyendo a Gary Kasparov.
En Jaque Perpetuo
Rebelde con mayúsculas, enrocado en su mismidad, y en jaque perpetuo con la Casa Blanca, cayó en desgracia ante las autoridades estadounidenses cuando en 1992 salió de su aislamiento de veinte años para jugar con Spassky la revancha en Yugoslavia, en un momento en que el país del norte tenía aplicadas numerosas sanciones para el país báltico (como lo hizo después con Irak, Iran, Afganistán, Pakistán, etc...). En dicha ocasión, el niño terrible del ajedrez desafió al gobierno yanqui y revivió para suerte de los admiradores y aficionados la pasión y deleite de partidas memorables que pudieron ser transmitidas por la televisión.
Como un Rey acorralado entre alfiles y peones. Fisher desapareció tras esta revancha con Spassky para reaparecer después de los atentados del 11-S y declarar con todo desparpajo que ese país debería ser "borrado del mapa". En una entrevista telefónica Fischer alabó los ataques a las Twin Towers y dijo que quería ver a su país "aniquilado."
Jaqueado por sus propias palabras, Fischer también generó controversia con sus declaraciones antisemitas, lo que gatilló una amplia orden de deportación de Estados Unidos para hacerlo rendir cuenta por sus dichos. Estaba en Japón en 2005 y a punto de ser deportado, cuando Islandia, el país de la cantante Bjork, le dió la nacionalidad y lo obligó a retornar a "su patria" dejando con las ganas al gobierno de Bush.

Este genio siempre tuvo una buena opinión de sí mismo y cuando se le consultaba acerca de quién era el mejor jugador del mundo, decía: "Es agradable ser modesto, pero sería estúpido si no dijera la verdad: Bobby Fischer."
Y no era una afirmación vana. Considerado por muchos especialistas como el mayor genio natural del ajedrez que el mundo conoció, fue llamado "el Mozart del ajedrez" cuando comenzó a ganar partidas a los seis años. Fue campeón juvenil estadounidense a los 13 y campeón del Abierto de Estados Unidos a los 14, reteniendo el título cada vez que decidió defenderlo. Fue el gran maestro internacional más joven de la historia, a los 15 años, ganando la calificación en su primer torneo internacional en Yugoslavia. Una vez derrotó a 21 grandes maestros consecutivamente. Mientras la fama de Fischer creció, su temperamento se volvió más impredecible y antojadizo. Se retiraba de los torneos cuando consideraba que había mala iluminación o escaso aire acondicionado.
Viejos amigos pintaron una imagen de un hombre solitario, que pasaba gran parte de su día en cuartos llenos de libros de ajedrez, naranjas y jarras de vitaminas, jugando ajedrez por su cuenta y leyendo revistas para mantenerse en contacto con la actividad que más amaba. Lo cierto es que muchas de sus partidas son consideradas verdaderas obras de arte y están descritas y analizadas en centenares de libros... Verdaderas Obras de Arte que al igual que las de Mozart y Beethoveen nunca morirán.

Marco Antonio Moreno

Enlaces importantes:

Tras los pasos de Bobby Fischer
Fischer me hizo amar el Ajedrez
Fischer en Wikipedia
Fischer, el Mozart del Ajedrez
Recuerdo de Fischer en Buenos Aires, 1970

No hay comentarios: